martes, 8 de enero de 2008

Tiempo compartido



Un hombre casado tiene un encuentro con una mujer, él le explica minuciosamente que es casado, le dice que no quiere problemas, que solo quiere pasarla bien, que puede ser un secreto para siempre o hasta que ella lo quiera, ella responde: “Si, te entiendo bien, ya tengo mas que claro este momento”
El hombre va hacia su casa nervioso y austero, pero su mujer estaba enterada antes de él haber llegado.
Una mujer casada tuvo una cita, ella le dijo que era una mujer felizmente casada, que esto era un desliz, solo sacarse las ganas, él le dijo: “Ya lo se, esta todo bien, no pasa nada, no creas que voy a quedar enganchado”
La mujer caminando vuelve a su casa satisfecha, vanidosa y superada, al entrar al edificio escucha el teléfono, era él que ya la llamaba..


Por eso yo pienso, pero solo en este momento, que el amor y el sexo caminan tomados de la mano pero en veredas opuestas, porque saben que entre ellos no hay secretos y por siempre serán enemigos eternos.



Dios hizo al hombre, le dió el pensamiento
y al animal el instinto
y emparejó los tantos cuando nos limitó las ganas.

1 comentario:

B dijo...

Me encantan... tus cuentos, cortos o largos, tus poemas tus prosas tus versos, las palabras al ser tocadas por ti se transforman en orgasmo de letras.. para mí.

BB