Hoy lloro
para adentro
Como esas
palabras que pienso sin pronunciarlas
La vida me
enseñó…
Podría
decirse que por desgracia para mí
Que el
tiempo nos mata en las heridas
Que donde
alguna vez hubo fuego
Con el
tiempo después de tantas tempestades
El viento
filoso lejos esparce las cenizas
Y de ellas
nada queda
El tiempo
todo lo mata
Los
recuerdos que se vuelven difusos
Dejándome
parado en una esquina desorbitado
Viendo
morir la esperanza que nunca existió
El tiempo
no pierde el paso
Ni el
tiempo en ver caer una estrella
Agazapado
siempre en lo obscuro
De una
noche lluviosa asecha
El tiempo
mata la noche
Y me da el
despertar de un nuevo día
Me sacudo
como un gorrión después de la tormenta
Y es
ahí que me seca por dentro
Me duele en
las manos, en el pecho
En aquel
golpe que me dí en las rodillas
Al caer
cuando era chico…
El tiempo
todo lo mata
Si se quiere hasta a él mismo.
5 comentarios:
El tiempo lo mata todo, hasta a nosotros mismos, una parte de nosotros se va desdibujando con el correr del tiempo.
Pero las heridas... esas no se mueren nunca.
Hermoso poema.
Un beso
Pensé durante unos momentos en crear un comentario positivo, con otra mirada, ahora se me ocurre que es en vano, porque esta entrada es más que un simple punto de vista, es una obra de arte por si misma donde has elegido mostrar ese hilo luminoso de pensamiento, lo acepto por lo que es y te agradezco que compartas tus letras, siempre tan elocuentes.
Un abrazo en esta noche de frío abrasante!
"Hoy lloro para adentro
Como esas palabras que pienso sin pronunciarlas"
tu comienzo ya me habia aniquilado...
Entiendo tu descripción del tiempo y creo también haberla vivido y sufrido en su momento, pero bueno todo puede cambiar, con el tiempo...
cuídate :)
Me sacastes una lagrima
El tiempo también mata al desánimo y hace que se cierren ventanas y otras nuevas se abran.
Un beso.
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