Soy tan
común como yo mismo
A veces
siento que soy donde no estoy
Sabe
dolerme tu dolor
Como un náufrago
que no tiene olvido
Con el frío en los pies…
Escribí tu nombre en la nieve nocturna
Con la
mirada al cielo rebalsan
Tus ojos a
mi eternidad…
Tu gloria
de libertad
Dibuja
detrás de los cristales
Corazones
tan profundos
Que se
pierden a lo lejos…
Como
apartarse del mundo
Sin dejar
atrás el horizonte
Iluso
tiempo que apuras los relojes
Sin poder
dejar atrás el amor desvanecido
El día es sólo
un crepúsculo que enciende las velas
Que ningún
viento se atreve a apagar
Que madura
los astros
Y con el
Alma juntamos las estrellas que caen
Y en éste
silencio de tinta y sangre
Cierro
todas las puertas
Me desnudo
a un mundo de tempestades
Te pienso…
Encallar tu
barca en mis orillas
Y me
pregunto que hacía yo entre esas rocas
Pálidas y
frías como cicatrices hermanas
Quizás
inventaba un olvido sin causa
Mientras tú llegabas…
6 comentarios:
Daniel que palabras tan hermosas dibujas en tus versos. Haces con la pluma lo que quieres. Preciosa cancion de fondo. Fue hermoso pasar por aqui antes de dormir.
Inventar un olvido sin causas mientras tu llegabas,me llegó profundo esas ultimas letras,que hermoso poema,nos pasa que nos desentendemos,y empezamos a desarraigar un amor que ya tiene raices fuertes para darnos cuenta de que no era necesaio comenzar a desgarrarnos el alma,me encanta como escribes,que tengas un buen día!
Sigues desprendiendo tanto!, mi amigo... Inventar un olvido... qué difícil.
Otro abrazo ;)
Hola Daniel, paso a agradecer tu vista y bellas palabras en mi sitio.
Quedo gratamente sorprendida también por tu estilo, estuve hurgando un poco entre tus letras y escribís precioso...tu sitio trasmite mucha paz.
Te dejo un abrazo desde este otro lado de la orilla y me llevo tu enlace si no te incomoda.
Daniel, simplemente hermosa tu poesía, me llevas,a vivir cada letra tuya, cada gloria de libertad...jumm eres único,autentico,su nombre en la nieve!!!.Un olvido sin causa Mientras tú llegabas...que belleza!!!.
¡Qué bonito escribes, Daniel!
La escuchas entre silencios mientras las palabras te hablan entre caricias.
Un beso.
Publicar un comentario